Postres calientes
Pestiños

CREMA CATALANA

700 ml de leche
7 yemas.
5 cucharadas de azúcar.
1 Rama de vainilla.
1 cucharada de maizena.
Azúcar moreno.


Alfajores
Agregar a la mezcla anterior harina, almidón de maíz, polvo de hornear, seguir revolviendo, se le forma una masa que debe despegar de los lados del bol, una masa manejable, si desea termine de amasar con las manos. Al estar lista esta masa la introduce en una bolsa plástica o papel film para que la lleve a reposar 40 minutos a la nevera.
Pasado este tiempo, poner la masa entre dos papel encerado y amasar con el rodillo, esto con el fin de no amasar sobre la mesa enharinada, ya que másharina hará que los alfajores queden duros, al amasar calcular un grosor de 3milímetros (crecen más al cocinar), retirar el papel de encima para cortar las rueditas, con un molde cortante o con un vaso, ponerlas sobre papel de cocina, pues en este mismo se pondrá sobre el disco del microondas, no necesitas placa engrasada, ni recipiente de vidrio, de 12 a 14 rueditas por 3 minutos a 60% de potencia. Sacar, dejar enfriar antes de poner el relleno, ya que si lo hace sobre calientes o tibios, se le pueden romper.
Ya fríos, sobre una ruedita coloque el relleno y tape con otra ruedita, aplaste un poco, páselos por coco rallado y ya están listos para comer.
Si desea cocinarlos en horno convencional, poner sobre placa enmantecada y enharinado horno precalentado a 180 ° y revisar a los 10 minutos


TORTITAS AMERICANAS

Según las vamos haciendo las vamos poniendo una encima de otra en un plato, asi se mantienen calientes.
Yo las mias les he puesto un poquito de miel de flores
dulces y postres típicos de Navidad
Hay recetas muy sencillas de hacer y otras realmente complicadas, incluso en algunos sitios puede ser difícil encontrar algún ingrediente, pero es bueno conocer nuestra cultura, en este caso gastronómica y especialmente la repostería.
Empezaré con una pequeña historia de la pastelería en España, muy difusa en el tiempo porque como ya os he comentado apenas hay referencias. Prácticamente no hay constancia de ninguna receta dulce antes de los romanos, aunque por supuesto habría alguna elaboración a base de miel y frutos secos. Pero los dulces romanos son los primeros que dejan su impronta en la Península, de lo que hay constancia a partir del s. IV, donde era muy famosa la miel de Hispania. Nos enseñan a utilizar el mulsum, una especie de mosto fermentado al que se le añadía miel, muy parecido a la hidromiel, que se elaboraba con agua. También se sabe que mezclaban la miel con harina de trigo para elaborar pasteles sencillos, como el globus que es una especie de buñuelo.
Pero es a partir del s. IX cuando la pastelería española sufre una gran revolución con la llegada de los árabes, que refinan la caña de azúcar. A partir de aquí la pastelería se desarrolla y evoluciona de manera considerable, hasta que en el s.XIII Ambrosio Huici Miranda traduce La cocina hispano-magrebí en la época almohade (manuscrito anónimo) donde ya se mencionan elaboraciones tan típicas de nuestros días como el alfajor, almojábanas, cuernos de gacela, etc. De esta época andalusí seguimos conservando nuestra gran tradición del uso de la almendra en la pastelería y repostería contemporánea.
De los sefarditas, que son los descendientes de los judíos de españoles y portugueses que vivieron en la Península hasta 1942, que fueron expulsados por los Reyes Católicos, tenemos muchos dulces antiguos, algunos de ellos olvidados. Era muy habitual que en todas sus celebraciones a lo largo del año tuvieran un dulce típico, como buñuelos, roscas, letuarios de membrillo, hojuelas. Este es uno de los momentos que más impronta deja en nuestras elaboraciones. Se mezclan sabores contrarios para realzar los postres, dulce y amargo, algo que llega hasta nuestros días y que incluso se considera moderno por algunos.
Durante muchos años, hasta la Alta Edad Media, los monasterios y conventos son grandes elaboradores de dulces de todo tipo, se cree que los hacían para agasajar a sus honorables invitados. Tenemos preciosos libros con muchas recetas, algunas muy antiguas, que pueden serviros de ejemplo para que podáis apreciar sus sabiduría culinaria.
El gran cambio lo marca el uso de la caña de azúcar, el chocolate caliente es una bebida muy apreciada en el Siglo de Oro, donde se relaciona la cocina y la pastelería con la medicina y la nutrición. A mediados del s. XVI tenemos conocimientos de elaboraciones como las piñonadas, o diacitrón, elaborado con cidra confitada, que Melisto desayuna en la Celestina. Se empieza a regular el trabajo de confiteros, turroneros, y otros artesanos pasteleros, y se abren algunos establecimientos para su venta. Uno de los más antigüos, si no el más, en 1883 el Horno del Pozo, que en la actualidad tiene los bartolillos más ricos de la Comunidad.
La primera obra escrita exclusivamente para la pastelería y repostería la tenemos de Francisco Martínez Montiño, cocinero de Felipe II, en su "Arte de Cozina, Pastelería, Vizcohería y Conservería". Es uno de los creadores del hojaldre, tan impunemente asociado a la cocina francesa. Se utilizan especias como la canela, el clavo, el azafrán. Y se transmite la sabiduría de estos grandes reposteros en lo que se dio en llamar "libros de secretos", manuscrito que pasaban entre los confiteros, y que no han tenido la relevancia que se merecen.
Ya he comentado el uso del chocolate caliente, y hago mención especial ahora, porque es en España donde por primera vez en toda Europa se trabaja, añadiéndole con el tiempo azúcar y vainilla para rebajar el sabor amargo del cacao. Fue tal su éxito en la sociedad española de la época, que se cree que fue el culpable de la utilización tardía del café en España.
En el s.XVIII tenemos a Juan de la Mata con su "Arte de la confitería", sus turrones, bizcochos, bebidas frías y calientes, se consideran primordiales para la confietría actual. Reposteros jefe de la corte de Felipe II y Fernando VI.
"El manual del confietro y del pastelero", de Ceferino Noriega, a principios del x. XX es el siguiente libro que encontramos en nuestra cultura gastronómica. Se incorporan las jaleas en la confitería, como la carne de membrillo, mermeladas, y algunas salsas dulces como la pólvora de Duque, muy especiada y dulce.
A mediados del s. XIX se abren grandes establecimientos muy especializados en repostería, y se empiezan a editar algunas revistas como "La confitería española". Grandes libros escritos por grandes autores como la Condesa de Perebere, nos dejan una cultura gastronómica difícil de superar.
Es en estos años cuando la tradición del dulce navideño se implanta en nuestro país y cobra cada vez más fuerza, hasta llegar a hacerse imprescindible.
Las fiestas Navideñas tienen gran repercusión en la sociedad española. La tradición marca que es absolutamente imposible terminar una gran cena sin un postre o dulce típico del momento. Quizás el más típico sea el turrón, con sus dos grandes variedades de Jijona y de Alicante. Los polvorones, mazapanes, el Roscón de Reyes, creo que son los más populares, sin olvidar que en los últimos años el chocolate con churros debe cerrar cualquier Noche Vieja que se precie.
Me gustaría ahora hacer una pequeña selección de los dulces navideños más populares y consumidos en nuestros país por estas fechas, pero prometo indagar para hacer algo más exaustivo el listado para el año que viene, para lo que necesitaría de vuestra colaboración. Me encataría recibir vuestras recetas típicas para poder mostrar la variedad de cada región.

CHOCOLATE CALIENTE VIENÉS

La propuesta de la Recetas Chipironazul para el primer día del año 2015 es un buen chocolate caliente vienes.
Es una bebida caliente con una textura muy cremosa. Su sabor es suave. A todos nos encanta un buen chocolate caliente, pero después de probar esta receta, se convertirá en tu favorita. Verás que delicioso y fácil de preparar.
Nuestros desayunos son característicos por nuestro chocolate con churros.Y después de una larga jornada, o una larga noche, apetece darte una buena merienda o buen desayuno de chocolate con churros.
Datos básicos
Dificultad: fácil
Coste: bajo
Calorías: alto
Comensales: 4
Elaboración: -20 minutos
Ingredientes para 4 personas
125 g de chocolate 70 %
500 ml de agua
50 g de azúcar
25 g de cacao en polvo
150 ml nata (crema de leche) o crema de leche (35 % de grasa)
10 g de azúcar
Cacao para espolvorear
Elaboración paso a paso
Ralla el chocolate y pon en un bol.
Hierve el agua y el azúcar en una cacerola y lleva a ebullición.
Añade el cacao en polvo y deja hervir de nuevo, batiendo vigorosamente.
Vierte la cacerola sobre las ralladuras de chocolate lentamente, revolviendo para mezclar y bate de nuevo.
A parte, bate la nata (crema de leche) fría y mezcla con el azúcar, hasta que esté montada y firme.
Vierte el chocolate en copas, pon la nata montada (crema de leche) en la parte superior y espolvorea con cacao.
Servir inmediatamente.
Galletas de avena y plátano
Las galletas de avena se han puesto de moda últimamente, en especial por su alto valor nutricional y porque sus hidratos de carbono de absorción lenta, nos ayudan a mantener la sensación de saciedad por más tiempo. Pero nada mejor, que unas galletas elaboradas en casa, con ingredientes sencillos que tenemos en nuestra despensa y como en este caso, combinadas con el delicioso sabor del plátano (también conocido como banano o banana) que es una de las frutas más consumidas en el mundo y que es rica en carbohidratos, vitaminas, potasio, triptofano y bajo en grasas.
La elaboración es muy sencilla, incluso podéis pedirle a los niños que os ayuden, seguro que estarán encantados, y como resultado tendréis unas deliciosas galletas, con intenso sabor a plátano, muy esponjosas por dentro y crujientes por fuera, ideales para acompañar el desayuno, la merienda o para picar de forma saludable, cuando se nos despierta el apetito.
